Desconexión laboral, ¿hasta qué hora se debe estar disponible?

El trabajo 24/7 ha dejado de ser un modo de operar laboralmente exclusivo de algunos sectores que, requieren disponibilidad permanente de sus empleados, como sucede con la fuerza pública, el sector salud o los organismos de socorro.

Desconexión laboral, ¿hasta qué hora se debe estar disponible?
Desconexión laboral

El trabajo 24/7 ha dejado de ser un modo de operar laboralmente exclusivo de algunos sectores que, requieren disponibilidad permanente de sus empleados, como sucede con la fuerza pública, el sector salud o los organismos de socorro. Actualmente diferentes variables, entre ellas, la pandemia y la virtualidad como producto de esta, han modificado la forma de trabajar, donde gradualmente los horarios laborales se han ido extendiendo, no solo en aras del cumplimiento de obligaciones, sino porque en muchos casos se asocia el “trabajo remoto o virtual” a una disponibilidad continua y permanente por parte del empleado.

Y aunque, en el discurso las áreas de bienestar corporativo impulsan todo tipo de campañas orientadas al manejo del tiempo, la realidad en muchos casos parece ser todo lo opuesto: llamadas y solicitudes justo después de finalizar la jornada laboral, o durante el horario de almuerzo, correos electrónicos con carácter de urgencia enviados fuera del horario laboral que, el trabajador no puede ignorar, o incluso, reuniones que los  empleadores proponen fuera de la jornada y que rehúsan reagendar al día siguiente en el horario regular, son solo algunas de las situaciones que infinidad de trabajadores están viviendo con mayor intensidad desde hace dos años, cuando gran mayoría de las empresas implementaron la virtualidad como una medida para evitar el aumento de contagios por COVID – 19.

Ante esta situación, que viene provocando el malestar generalizado de los trabajadores, es notorio un efecto de acción – reacción, en el que el trabajador llega a una situación difícil de soportar, donde el límite entre la vida personal y laboral se hace imperceptible, y con lo cual, la salida es la renuncia. 

Como resultado, muchas empresas están experimentando altos niveles de rotación voluntaria, que implican inversión de tiempo y dinero en procesos de selección, contrataciones y entrenamientos de personal. 

La ley de desconexión laboral que regula y mejora el tiempo de dedicación del trabajador

En un panorama de conexión laboral casi de 24 horas al día que, a costa de la productividad va en detrimento de la salud mental y física del trabajador, el Congreso nacional aprobó la Ley 2191 de 2022 “por medio de la cual se regula la desconexión laboral" que le da a los empleados el derecho a no contestar mensajes, llamadas, mails, WhatsApp y cualquier otro tipo de comunicación fuera de su horario laboral, licencia o vacaciones, una ley que se dio de manera tardía en Colombia teniendo en cuenta que  el primer país en reconocer este derecho por medio de una norma fue Francia en 2016.

Algunos de los puntos clave de esta ley son:

  • La exigencia para que los empleadores cuenten con una política de desconexión laboral de acuerdo con la norma.
  • El establecimiento por parte del empleador de mecanismos para quejarse ante la vulneración de este derecho.
  • La consideración de conducta de acoso laboral cuando haya omisión del derecho a la desconexión laboral. 

Porqué la falta de desconexión laboral puede ser devastadora para empleados y empleadores, sino que nos cuente Andrés

Andrés trabaja en una compañía aseguradora con un amplio portafolio de servicios que debe comercializar a diario, lo que implica una serie de tareas que pueden ocupar mucho más de las 8 horas diarias y que incluyen: promocionar distintos productos y servicios a clientes tanto nuevos como existentes, definir el tipo de póliza que mejor se adapta a lo que necesita el cliente, explicar cada punto y cada detalle de la póliza, tramitar la documentación necesaria, revisar el historial de cada cliente, sus registros, incluso, historias médicas y antecedentes penales.

Por si esto no fuera poco, en casos especialmente de siniestros de vehículos o vivienda, su papel es imprescindible, con lo cual, las 8 horas diarias que fácilmente pueden ser 11 entre procesos, llamadas y tramites, pueden extenderse a cualquier hora del día, puesto que este tipo de sucesos ocurren en cualquier momento y la aseguradora, o mejor Andrés su agente, debe estar disponible para atender cada caso. Lo que lo hace investigador, revisor y por qué no, hasta un psicólogo y un apoyo emocional para su cliente.

Ahora bien, Andrés está cerca de 11 horas diarias atendiendo temas de su trabajo, esto significa 55 horas a la semana y más de 200 al mes, lo que apenas le deja algunas horas para su vida personal.

¿Y qué pasa con la salud mental de Andrés?, imaginemos el constante ring del celular, los mensajes por WhatsApp, las alertas de correo, las llamadas de carácter urgente y desplazamientos a los que no se puede negar, al cabo de unos meses el estrés aumenta, y la ansiedad llega para instalarse, y con esta, inestabilidad emocional, problemas en el funcionamiento familiar, y en las relaciones interpersonales.

Como resultado, a pesar de la inversión de tiempo y esfuerzo, la productividad de Andrés no es la mejor y la falta de descanso incluso de sueño reparador, termina generando errores en su operación. Posiblemente su empleador en este punto vea los retrasos y los inconvenientes en el desempeño de Andrés, ¿Pero vio o analizó la raíz de estos? ¡Por supuesto! los encontró cuando Andrés entregó su carta de renuncia, después de poner en una balanza su salud y su vida personal, desgastadas y aminoradas, frente a la vida laboral que terminó ocupando el 80% de su tiempo.

La historia de Andrés es la de muchos trabajadores que antes de dar el paso a la renuncia deben evaluar las cargas, y pensar en “hoy” como si fuera el último día, con ello, cada día seguramente obtendrá un valor completamente diferente, donde la productividad debe darse en efectividad y no en horas de trabajo excesivo. 

Los siguientes son algunos consejos que pueden ayudarnos a encontrar ese punto de equilibrio entre el trabajo y el disfrute de la vida, aun si para ello sea necesario acogerse a la ley de desconexión laboral:

Menos distracciones mayor concentración más productividad

Tanto para quienes trabajan presencial como para quieren trabajan virtual, un espacio adecuado lejos de distracciones permite una mayor concentración y con ella procesos laborales más asertivos y dirigidos a la productividad.

Pausas activas o micro descansos
Permean el estrés, lo sacan del sentir y de la mente, y permiten que el trabajador retorne a sus actividades sin presión, con mejor humor y reactivado. 

Consensos con el empleador
Es importante generar momentos de comunicación con el empleador donde se evalúen las cargas y se definan estrategias para mejorar la productividad sin sacrificar el tiempo de ambos. 

Desconectarse en todo el sentido de la palabra
Buscar actividades de esparcimiento, y disfrute del tiempo libre, que aparten la mente de las tareas propias del trabajo, esta es una estrategia que oxigena mente y cuerpo.

Recuerda que la vida no es solo el escenario laboral, disfrútala y haz de tus espacios profesionales espacios que también pueden ser agradables en la medida adecuada.