LA FELICIDAD NO ES UNA MODA ¡¡¡ES UN ESTILO DE VIDA, DECIDE VIVIRLA!!!
¡¡¡Qué tal si como líderes aprendemos a aceptar, sentir y tramitar nuestras emociones …!!! Y así podemos hacer una cadena de contagio con nuestros Equipos a todo nivel.

La felicidad depende de cómo nosotros interpretamos las situaciones que se nos presenten en la vida; con seguridad que hay muchas de ellas que nos incomodan, que se salen de lo que teníamos planeado, que nos sacan de casillas; está en cómo reacciones ante estas situaciones el resultado de nuestra vida diaria, si tratamos siempre de verle el lado positivo a las cosas, si nos ponemos en los zapatos del otro, cuestionarnos porque pasan ciertas situaciones; nuestra interpretación de la realidad cambia y ahí vemos que nuestra felicidad no se compromete y podemos mantenernos en un estado tranquilo y feliz.
Cuando aprendemos a pensar positivamente y empezamos a vibrar en la energía positiva, eso será lo que atraeremos a nuestra vida; no porque todo vaya a ser perfecto, esa sería una vida ideal, es solo que la interpretación de la realidad con una mentalidad positiva hace la diferencia; nos ayudará a encontrar soluciones rápidas en lugar de fijarnos en el problema, también a entender que todo tiene un porqué y un para qué, a encontrar nuevos caminos cuando algo no salió como esperábamos, logrando un nivel de aceptación y comprensión cada vez mayor.
Es importante aprender a valorar y darle el verdadero sentido a las cosas simples; que seamos capaces de conectarnos con las cosas que van surgiendo en nuestro día a día; abrir nuestros ojos en la mañana, poder respirar, tener un lugar seguro donde descansar, tomar una ducha con agua caliente, disfrutar del sonido de la naturaleza, poder alimentarnos, caminar, contemplar un atardecer, la importancia de darle valor a estas cosas nos ayudará a enfrentar situaciones complejas, nos llenará de fuerzas cuando necesitemos de más, si trabajamos cada día por llenar nuestra mente de agradecimiento y valoración; la felicidad sin duda siempre va permanecer cerca de nosotros y así no permitimos que situaciones no tan cómodas, nos lleven tan fácilmente al sufrimiento y a la frustración.
La felicidad también busca que nos amemos a nosotros mismos; que amemos lo que hacemos, que amemos nuestra familia, nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo, cuando estamos en armonía con nuestro entorno, nos llenamos de una fuerza incalculable de agradecimiento por cada mínima cosa de nuestra vida, llenándonos de una confianza interior que nos va ayudar a ser productivos en nuestros trabajos, a crear relaciones personales y profesionales con lazos tan fuertes que podamos enfrentar situaciones buenas y no tan buenas, interpretándolas siempre de manera positiva y haciéndonos sentir cada vez más tranquilos.
Las personas felices y llenas de agradecimiento van por la vida irradiando y contagiando a su entorno; amor, empatía, compresión, positivismo, buenas y mejores formas de ver las situaciones, excelente comunicación, son saludables, seres que inspiran a los demás a ser mejores cada día tanto laboral como personalmente.
La felicidad es una decisión y podemos entrenarnos para eso, convirtiendo el valor de cada mínima cosa en un hábito, siendo personas felices sin tantas complicaciones y contagiar a nuestro entorno, equipos y familia.
Se puede vivir una vida plena y feliz, pero todo depende de nosotros y de cómo interpretamos cada situación de la vida. Empecemos por pequeños actos.